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Yo le pertenezco a mi amado
    y él me pertenece a mí.
Él descansa entre los lirios.

Canta el amado

Amada mía, eres tan hermosa como Tirsa[a],
    encantadora como Jerusalén,
imponente como un ejército
    con las banderas al viento.

No me mires,
    porque tus ojos me alteran demasiado.
Tu cabello es largo y ondulado,
    cae como un rebaño de cabras
    que baja por los montes de Galaad.

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Footnotes

  1. 6:4 Tirsa Una de las capitales del norte de Israel.